Quiero que te imagines por un momento que tienes 1 millón de dólares en tu cuenta de banco en este instante para invertir en bienes y raíces.
Por un momento, suspende cualquier tipo de negatividad, de crítica, cualquier tipo de querer pensar que este tipo está menso, cursi, por un momento piensa que tienes 1 millón de dólares en tu cuenta de banco para utilizarlos en inversiones de bienes y raíces.
Ahora imagínate que tienes el conocimiento, los contactos, las herramientas, los recursos, para poder cerrar las propiedades en efectivo, rápido y que las ofertas que estás sometiendo te las aceptan al precio que hace sentido para ti como inversionista, en donde la ganancia es jugosa.
Y quiero que te imagines que cuando estás haciendo esas ofertas te las están aceptando, y que tienes el dinero de respaldo en la cuenta en efectivo, donde puedes hacer un cheque o puedes hacer una transferencia electrónica rápidamente para comprarlo en efectivo.
Si tu supieras que te van a aceptar la oferta aún al precio ridículo de bajo que le hiciste, y que quién es el dinero para poderlo hacer, y que tienes los contactos correctos y ya tienes el equipo correcto, te hago una pregunta: ¿con qué rapidez someterías esa oferta?, ¿con qué confianza someterías esa oferta?, ¿con qué emoción someterías esa oferta?.
El día de hoy me pasó algo bien extraño, y digo extraño porque un amigo que conozco que ya tiene experiencia en los bienes y raíces me hizo un comentario, me dijo que él había parado de estar sometiendo ofertas porque de alguna forma todos los tratos que le estaban llegando de diferentes lados no le hacían sentido, en ese momento le dije: ¿sabes que?, lo que pasa es que no está dispuesto a hacer ofertas bajas porque ya perdió la confianza.
Lo que te puedo decir es esto: el nivel de seguridad, el nivel de confianza, el nivel de visualización, el nivel de con qué postura tú estás sometiendo una oferta es cómo van a “oler” tu oferta, es cómo van a tratar tu oferta y la razón que te puedo decir esto, aunque tú a la mejor no creas que eso es cierto y por un momento a lo mejor digas: ¡Raúl, estás loco!, no todas las ofertas las van a mirar como tú crees que las van a mirar, y sabes que, lo que te puedo decir es esto: la oferta que nunca te van a rechazar es la que nunca estuviste dispuesto a someter.
Esto es lo que yo le dije a mi amigo, y esto es lo que yo te voy a decir a ti. Le dije: ¿sabes qué?, lo que tienes que hacer es que en vez de no hacer la oferta, haz la oferta en donde haga sentido para ti. Que no te moleste, que no te distraiga, que no pierdas el enfoque, porque la mayoría de las veces estamos más distraídos enfocados en lo que están pidiendo por la propiedad que en lo que deberías de estar sometiendo la oferta.
Si, los números son números, tú debes de someter ofertas donde hace sentido para ti.
Entonces, le dije: tienes que hacerlo con confianza. Y le mostré como en una propiedad de 1 millón de dólares habíamos sometido una oferta ridícula. Me dijo: Raúl, es que eso es ridículo. Y le dije: ¡perfecto!. Si no estás dispuesto a someter ofertas ridículas, no vas a hacer compras ridículas y por ende no vas a tener ganancias ridículas. Me dice: ¡oh! no lo había visto de esa manera.
Cuando sometas una oferta asegúrate de imaginarte por un momento: que tienes 1 millón de dólares en la cuenta de banco, que tienes el conocimiento, que tienen los contactos correctos, asegúrate que puedas visualizar de qué te la están aceptando a los números que hagan sentido para ti y luego la sometes. Si te la rechazan significa que estás haciendo las acciones correctas, que estás en la actividad correcta. Yo prefiero que me rechacen la oferta porque fue sometida, aunque yo lo hice con la confianza del mundo.
En estos tiempos de incertidumbre, de turbulencia, de recesión, como le quieras llamar, hay muchas personas que de alguna forma van a perder la confianza en sí mismos como inversionistas, y justo le tuve que decir a mi amigo: Tú ve con la confianza del mundo, si te preguntan: oye, ¿sigues comprando?, diles: ¡definitivamente sigo comprando!, seguimos comprando en efectivo, cerramos rápido y estamos buscando propiedades todo el tiempo.
Ve con la seguridad, somete ofertas en todas las propiedades que no te sientas mal y cuando te caiga un trato, si tú no puedes cerrar comunícate conmigo, le dije a mi amigo; y es lo mismo que te voy a decir a ti. Cuando tengas un trato, un trato jugoso, un trato que haga sentido y que ocupes los recursos para cerrar, ¡comunícate!, el dilema más grande es que cuando sometemos las ofertas, cuando hacemos los contactos, cuando damos el seguimiento, cuando comunicamos con personas, no lo estamos haciendo con la seguridad, con la confianza, con el positivismo, la visualización. Así es que ¡asegúrate! de que tú, tiempos inciertos o tiempos acertados, tengas la confianza por el cielo, para que obviamente no sea por ti, no sea por tu energía, no sea por tus pensamientos, no sea por tus emociones que los demás estén decidiendo, que sea por las emociones negativas, pensamientos negativos, que no sea por tu culpa, sino que sea porque ellos elijan decidir vendértela. Porque a lo mejor traías buena energía, porque obviamente tuviste la confianza, porque estuviste dispuesto a someter la oferta.
Lo único te puedo decir es esto, la oferta que nunca hagas es la que, no nada más nunca te van a rechazar, pero que tú elegiste por ellos… La oferta que nunca te van a rechazar es porque de repente tú elegiste por ellos. ¿Cómo lo elegiste?, ah, es que es muy baja, es que no me la van a aceptar, es que… Entonces, mayoría de la gente sabe cómo desmoralizarse, la mayoría de la gente sabe cómo hablarse negativo, la mayoría de la gente sabe como perder la confianza. Pero sabes que me ha enseñado la ley de los opuestos o la ley de la polaridad, que así como sabes lo negativo, también sabes lo positivo. Así como sabes desmoralizarse, así también sabes alzarte, así como sabes el cómo perder la confianza, también sabes cómo ganar la confianza.
Haz ofertas con confianza y todo el tiempo deberías de genuinamente actuar, y digo actuar porque mientras no lo hagas con esa confianza mientras no te imagines “tengo 1 millón de dólares”, pero Raúl, no los tengo, pues no los tienes, pero ¿qué crees?, puedes conocer a personas que sí lo tengan, y es igual como si tú lo tuvieras.
Cuando yo recién comencé en los negocios yo no tenía el resultado. ¿Qué hice? pedí el resultado prestado de alguien más, cuando no se tiene el dinero se pide prestado y si tú crees que no es cierto, entonces lo único que te puedo decir es visita nuestra academia para que te des cuenta que hay otros estudiantes que literalmente lo han hecho de esa misma manera.
Yo comencé con todo prestado, y si alguien como mi persona comenzó y mis estudiantes comenzaron con todo prestado significa que necesitas tú también pedir prestado. La confianza de los que ya están teniendo resultados extraordinarios, pero tienes que aprender a someter ofertas con la confianza más grande del mundo. Así es que, espero que lo pongas en práctica, y recuerda: ¡Si hay de otra, aún hay más, solo que siempre va a depender de ti!
La oferta que metes, la inseguridad que traes, ¿y si no me la aceptan?, es más tú, tú con la forma de pensar automáticamente matas el trato. El trato se muere mayoría del tiempo por las formas de cómo la persona/inversionista piensa. Todavía no ha hecho la oferta y ya está pensando: no me la van a aceptar, es demasiado baja, porque me la querían vender, y si me dicen que me vaya al otro lado del mundo, o sea, al final es hazla y deja que el dueño tome sus propias decisiones, no las tomes tu por ellos, deja que ellos, ya son lo suficientemente adultos como para que puedan decir sabes que, está muy baja, la verdad no me parece, olvídalo, no quiero, o que se yo, pero que no sea por parte de que tú tomaste la decisión por ellos.
La mayoría del tiempo la gente toma la decisión por ellos, por cómo estas pensando, por cómo te estás hablando, por cómo te estás sintiendo y generalmente si eso tiene un influencia y un peso más fuerte, ¡terminan no haciéndola!.