Vamos a entrar aquí en materia de lo que me ha tocado aprender, número uno, que todo a nombre personal es fatal. En el 2010, Tomé por completo eso y me afectó en mi bancarrota.
Y te puedo decir que la lección que aprendí es que tenía todas las propiedades de automóviles.
Tenía absolutamente todo a nombre personal y nunca lo dividí de acuerdo a los riesgos, de acuerdo a cómo podría proteger en este caso los bienes con los que contaba.
Es simple y sencillamente fatal tener todo a tu nombre. Número dos confía, pero verifica. ¿Sabes qué? Se vale confiar. Pero detrás de la confianza tienes que verificar. ¿Sabes por qué? Si no verificas, lo único que va a pasar es que tarde o temprano te vas a llevar la sorpresa que no quisieras. Me ha pasado múltiples veces y entre más confíes, simple y sencillamente vas a tener que aprender a tener ese proceso ya engranado de verificación.
Por ejemplo, si un contratista te dice y sabes que ya terminé el trabajo y necesito la cantidad que me debes, por esa porción voy. Verifícalo o ve y manda a alguien y que lo verifique. Sumamente poderoso. Me ha tocado quemarme a la mala varias veces ahí. Ok, la que sigue.
Número tres, párate tú primero y no al final. He aprendido literalmente eso a la mala también. En donde te pagas al final, por lo general los dueños de negocios pequeños son los primeros en entrar, los últimos en salir y los últimos en pagarse. Y ¿sabes que? Me llevé la tremenda lección, si tú no estás bien primero, entonces ¿cómo haces que todo lo demás surja? Tú deberías de pagarte primero, tú deberías de cuidarte primero, tú deberías de estar en excelencia primero para que todo lo demás pueda seguir corriendo de manera extraordinaria.
Número cuatro. Músico por adelantado. Ya no toca buena rola, ya no toca un buen song. Te lo puedo decir, me ha tocado pagar múltiples cosas por adelantado, desde contratistas, como por ejemplo algún trabajador que quiere o anda pidiendo por algún tipo de trabajo, o el que va a limpiar la casa o la propiedad y terminan pagándole por adelantado. ¿Qué crees que sucede? El trabajo no es el mismo. ¿Por qué? Porque ya no tiene por qué hacerlo. Ahora yo entiendo que eso es una mentalidad pobre, el pensar de esa manera, especialmente para la otra persona que está colectando, pero simplemente no lo tienes que aprender.
Número cinco. Ahorrar por miedo en vez de ahorrar por propósito.
Mayoría de la gente ahorra porque dice “oye, por si hay alguna emergencia, por si hay algún día lluvioso, por si en algún momento estamos pasando por un tipo de incertidumbre” y generalmente el ahorro lo hacen más por el miedo a lo que pueda pasar algo negativo que pueda pasar que ahorrar bajo el propósito de invertir y que esas inversiones se encarguen de obviamente cualquier cosa de incertidumbre o cualquier cosa negativa que pueda suceder en el futuro.
Número seis. Irte rápido a la cama.
La mayoría de la gente se alista rápido para irse a la cama, no es lo que tú estás pensando. Cuando hablo de irte rápido a la cama, me refiero a que conoces a alguien y rápidamente te quieres asociar rápido, rápidamente quieres hacerlo socio o socia o rápidamente le quieres pedir capital que te lo preste o que de alguna manera forman algún tipo de parte de algún de algún tipo de sociedad en alguna propiedad. A eso me refiero. El irte rápido a la cama, el no conocer primero a la persona, el no crear la relación de la persona, o sea, el no llegar a preguntarle qué son tus sueños.
¿Qué es lo que quisieras lograr, qué es lo qué son tus metas? ¿Cuál es el reto actual? llegar a conocer primero a la persona, crear la relación y luego después ver si entra dentro del parámetro o de el de la asociación que tú buscas.
Y muchas de las personas no siguen eso, porque es más fácil y vamos rápido a la cama. Vámonos a asociarnos rápido y luego ya después cuando surgen los problemas, entonces ya queremos buscar la salida, pero deberíamos de haber hecho obviamente el plan desde un principio estamos de acuerdo, dejamos mensaje aquí, pero a mi me ha tocado aprenderlo, eso a la mala.
Y por último número siete comprar lujos con dinero activo, comprar lujos con el dinero que tú físicamente tienes que trabajar con el que tú tienes que intercambiar tiempo por dinero con el que tú tienes que estar teniendo que horas y que aparecerte día con día para poder ganarte esa parte de la plata. Lo interesante es que esto lo aprendí a la mala porque en mi primera década todos los lujos estaban creados en base a un ingreso que dependía que yo tuviera que ir a trabajar. Segunda década. ¿Ahora qué crees? Los lujos no dependen de un ingreso activo.
¿Qué es lo que tú has aprendido a la mala? Felicidades por estar aquí en el estudio donde te enseñamos cómo puedes prosperar, cómo lograr obviamente empoderamiento en ti mismo para que puedas cambiar todo tu entorno.